Aprendiendo emprendiendo: La Sabiduría de las Caídas.
Un error en tu récord crediticio puede estar interponiéndose entre tú y tus metas, por eso aquí te contamos cómo mejorar tu score crediticio. Legal Credit Solutions cuidando tus sueños.

El éxito detrás un emprendedor inexperto.
Conoce los 5 errores que me inspiraron y llevaron al éxito.
¡En qué lío me he metido yo! Esa vez dije.
Aún recuerdo aquel verano de cuando nuestra empresa de mejoramiento de crédito llevaba justo dos en el mercado y estuvo a punto de colapsar. En ese momento contábamos con una cartera de más de 500 clientes que contrataban nuestros servicios para hacer sus sueños financieros realidad. Ya sea comprar su primer hogar, cambiar el auto que tenía más tiempo en el mecánico que circulando, llevar a los niños a la escuela, o dejar sus créditos y finanzas en excelencia para casarse. Cada cliente tiene sus razones para contratarnos y cada una de ellas nos motiva a llevar nuestra empresa a su máximo esplendor. Por ellos y sin perder de vista nuestra visión de crear un impacto disruptivo global de empoderamiento socio-económico. La semilla de esta organización y el terreno fértil de este enorme huerto que cultivamos.
Con un equipo de cinco personas, tres de ellas en nómina, nuestro flujo de caja nos mantenía a flote mes a mes. La operación se hacía cada vez más costosa, y se proyectaba que en corto plazo los ingresos no serían sustanciales para escalar el negocio. Contábamos con un fondo reserva “intocable” que alcanzaba a cubrir hasta tres meses de operación. Con esta “constipación financiera” quedaba poco espacio para invertir y fomentar el crecimiento. Ni para cualquier tipo de gastos extraordinarios.
Llegó el momento de demostrar el verdadero talento como emprendedora con el arte de vencer los miedos.
El precio a pagar por partida doble
Con una estrategia de marketing errática, captábamos a nuestros clientes a través de la publicidad “boca en boca”. Nuestros clientes satisfechos, bancos hipotecarios, concesionarios de auto y otros conocidos que no dudaban en recomendarnos. Era imperioso crecer. Como dice la vieja frase “lo que no crece comienza a morir”. Para llevar a la empresa a su próximo nivel de ingresos había que aumentar el volumen de ventas. Pero… ¿cómo? Era momento de romper el chanchito e invertir la reserva en publicidad.
El mercado presentaba una atractiva oportunidad: 85% de las personas necesitando nuestros servicios y competencia casi nula. Era el momento justo de desafiar los miedos y tomar los riesgos que había que tomar.
Tenía dos opciones: hacer publicidad masiva o lanzar mi imagen en los medios como experta en temas de crédito y finanzas. Esto último implicaba hacer mercadeo con una estrategia de exposición de mi marca personal como protagonista corporativa.
No tomar acción inmediata podía provocar un derrumbe en poco tiempo. Y si la estrategia planteada no funcionaba el precio a pagar era por partida doble. Colapsaría la marca corporativa arrastrando en la caída a mi marca personal.
El desafío se volvía mayor al no contar suficiente capital para invertir.
Ya con el agua al cuello tomamos el riesgo y solicitamos una línea de crédito por $25,000 dólares. La apuesta era fuerte. Todo o nada.
Tomamos la decisión de ir por la estrategia de lanzarme como imagen de la empresa con expertise en temas de crédito y finanzas, participando cada semana en los principales programas de TV y Radio de Puerto Rico. Esto humanizó a la marca y le dio impulso a la campaña.
Logramos catapultar la empresa posicionándola en todo el país, y haciéndola crecer exponencialmente cada año, alcanzando un pico de 20X en escalabilidad.
Aquí comenzó un camino plagado por un sin número desaciertos y de erorreserrores, comenzando por no haber creado antes un plan de mercadeo, perder dinero a través del tiempo y poner en riesgo la sostenibilidad financiera de la empresa.
Lejos de hacerme abandonar, estos errores me inspiraron con sus enseñanzas a través de la travesía, y llevándome al éxito.
La Sabiduría de las Caídas
- Crecer sin capital prestado o de inversión: creer que el negocio podría llegar a tener y producir una fuente infinita de capital para auto sustentar el crecimiento, es un error. Es una falsa expectativa esperar que el capital que se genere alcance para atender los gastos corrientes y también para solventar el crecimiento. A esto le llamo, crear una inflación artificial al negocio, sin un colchón para amortiguar y respaldar aumento de la inversión en función de aumentar ingresos. A muchos emprendedores nos da pánico salir a buscar capital prestado por miedo a endeudar la empresa y no poder repagar. Esto tiene un nombre: Sindrome financiero del emprendedor. Uno de los sindromes más frecuentes que tenemos los emprendedores al inicio es que nos enfocamos en invertirlo todo en el negocio con ausencia de temor al fracaso. Es decir que, aunque fracasen, se sienten bien porque lo dejaron todo y su satisfacción fue la adrenalina que provocaban los desafíos y el crecimiento. ¡¡Error!!! El oxígeno de un negocio es el flujo de caja y si el negocio requiere de inyección de más capital o de apoyo económico en alguna emergencia, el emprendedor, como principal inversionista, es el que debe de estar preparado para capitalizarse y cubrir cualquier necesidad. Si el emprendedor logra cumplir sus metas financieras personales y toma el valor de salir a buscar capital prestado o de inversión, el negocio tendrá mayores probabilidades de crecer.
- Crecer sin tecnología, planificación y procesos definidos: hacer crecer un negocio semi-automático o manualmente es una práctica natural en un emprendedor que busca ir detrás de la tracción y la generación de ingresos inmediatos. Sin embargo, el no tener los procesos definidos y púlidos, la tecnología para crecer a escala y un plan de ejecución claro podría causar que se sufra un sangrado de líquidez y los ingresos salen por donde mismo entraron, causando mayores perdidas.
Si los ingresos al inicio no rinden para adquirir la tecnología que se requiere para lograr escalabilidad saludable es necesario trazar un plan financiero donde en la medida que vaya creciendo los ingreso del negocio se va separando una partida para invertir en estos activos tecnológicos. Muchas veces se le crea inflación al negocio haciéndolo crecer más rápido de su capacidad para atender el aumento de demanda.
- Sobre valuar al capital humano e invertir excesivamente: conseguir al talento inteligente que sea compatible con las necesidades de la empresa y sostenible financieramente es uno de los principales retos de un emprendedor, Más aún, cuando tiene que competir con empresas multinacionales que poseen el capital para reclutar y retener el mejor talento ofreciendo un paquete de compensación y beneficios mayor. Y pueden darse el lujo de probar y cubrir cualquier margen de error. Ante esta realidad, muchos emprendedores seleccionan a los recursos humanos, los sobrevaluan y crean planes de compensación demasiado altos para retenerlos sin confirmar las habilidades de los recursos en la práctica y el potencial retorno a la inversión. Luego a mediano plazo se dan cuenta que el recurso no tiene las competencias, pero ha pasado un tiempo prolongado de más de 60 días para llegar al proceso de sustitución y/o despido provocando una potencial perdida de capital, tiempo y energía a la empresa, lo cual resulta en demoras e improductividad.
- Tercerizar el “core” de tus negocios: poner tu actividad principal de negocio sub-contratada en su totalidad en manos de terceros es muy riesgoso. Por un lado no tienes manejo y control internos sobre los procesos. Y por otro, podrías tener serios problemas operativos si el sub-contratado falla, o simplemente abandona el proyecto. También, se pone en riesgo el control de calidad y la accesibilidad a los recursos necesarios para aumentar la producción cuando exista la oportunidad de crecer. Asumiendo que siempre provean excelente servicio, con el crecimiento podría aumentar los costos versus tener producción internamente.
- Sobre delegar “overdelegating”: el delegar es habilidad clave del emprendedor para el crecimiento exponencial en muchas empresas. Sin embargo, el sobre delegar a ciegas se transforma en falta de supervisión efectiva y aumenta el riesgo de perdida de control y calidad. Tampoco garantiza que los proyectos se culminen a tiempo en excelencia, lo que resulta en perdida dinero. El tener líderes y gerenciales en cada división no significa que la responsabilidad se vuelva in transferible. Si uno de los gerentes falla, también fracasan sus jefes y esto sube hasta el emprendedor. Una empresa podría colapsar por proyectos cruciales no terminados a tiempo.
No existe un emprendimiento sin riesgo, y algún riesgo sin pérdida. Fallar es una característica orgánica que tenemos los emprendedores, y también en ganar es parte de la ecuación cuando asumimos un riesgo bien evaluado.
El costo de ser principiante o inexperto en algunas áreas redunda en pérdidas, y también produce la adquisición de un “know how” que termina siendo el valor intangible más importante tu organización.
Llegar a este punto de expertise es una ruta pedregosa con múltiples caídas, heridas profundas y grandes desafíos, y también de victorias que sólo un emprendedor con propósito y pasión puede llegar a alcanzar.

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